Los amores verdaderos no se terminan; se postergan. Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte, olvidar sus ojos, su risa, todo, porque sus caminos han dejado de abrazarse, olvidar tu pasado y pagarlo con tu presente. ¿Sufre más el que espera siempre que aquel que nunca esperó a nadie? Para que nada nos separe, que no nos una nada.
jueves, 27 de junio de 2013
Es porque todo se ha acabado... (Estar solo no es una casualidad)
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